martes, noviembre 11, 2008

Consejo para Barak Obama, líder pionero

Viajar es la mejor manera de conocer el mundo y la realidad que nos rodea. El viaje y las experiencias que sin duda aporta abren la mente a nuevas ideas, a nuevos planteamientos y soluciones.
El viajero observa lugares, costumbres y personas, pero también se pasea por el conocimiento.
Opino, al igual que Platón, que deben gobernar los sabios, es decir los viajeros.
La evolución de un país o del mundo en general, es un viaje hacia el futuro que debe ser dirigido po un viajero experimentado.

Por lo tanto, propongo que Barak Obama, en compañía de varias secretarias o su familia, según prefiera, realice un gran viaje alrededor del mundo, en régimen de pensión completa, durante los 4 años que dura su mandato.
Puede perfectamente gobernar utilizando un teléfono móvil y asistir a distancia a las reuniones ministeriales o a las duras jornadas parlamentarias mediante video-conferencia.

A los pocos meses, una vez comprobado empíricamente que el gobierno de los sabios viajeros es muy superior al sistema actual, se podría ir enviando de vacaciones a todos los ministros, subsecretarios, alcaldes, etc..

Por último, puesto que la sabiduría acumulada en los años que duran estos mandatos difícilmente puede ser igualada, los cargos deberían hacerse vitalicios y, para continuar con la adquisición de útiles conocimientos, una vez recorrida la tierra, habría que ponerlos en órbita para que explorasen también el mundo exterior.

Desde el espacio sideral nuestros sabios dirigentes gobernarían la tierra a las mil maravillas por siempre jamás.

Vegetaryano

He de reconocer que no comer carne no proporciona la felicidad.
Despues de un par de meses de experimentación he comprobado que soy aproximadamente igual de desgraciado que antes.
Es cierto que ahora que ya no me los como, los animales son mis amigos. Unos amigos numerosos, agradecidos y muy vivos.
Respiro con ellos en sana paz y concordia. Me gustan los trinos mañaneros o los oscuros buceos de calamares y pajarillos que, aunque ni los oiga ni los vea, puedo perfectamente imaginar.

Pero, lo dicho, he de reconocer que no soy completamente feliz.
Posiblemente sea el fruto lógico que genera la estupidez, no sé si exclusivamente personal o ineherente a toda la especie.

Por cierto me duele una muela. Luego, si tengo ganas y tiempo, en otro post me quejo.

Mejor, ya que estoy puesto, lo hago en éste.
Ay. Ayayayay. Ay, AAAyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!
(No me duele casi nada, es que soy 'mu xagerao')

Pajarillos volanderos, consoladme. Cabras del monte, conejos de la sierra, decidme qué verde yerba mitigará mis jodidas penas.