MUJER
Para mí,
mujer,
siempre serás,
la belleza más extrema que haya podido existir.
Lo siento decir,
pero es tan difícil
tanto tiempo
acarrear
la belleza tuya
que eres triste.
En el campo
las lejanas mares naranjas
baña el sol a la tarde.
Para mí,
siempre serás
la tristeza más bella que puede existir.
Llorar no sería tan hermoso
como demuestra tu llanto.
En vez de sonreír tú sola,
has decidido
ser el hermano único
de todas
las desdichas,
tus amigas.
Tanta gente tienes
por el mundo tan grande
que no basta tu belleza
de mujer
para conquistar
toda la desolación.
Quizás no eres
tan valiente como un volcán
pero eres
tan exquisita
como la tempestad.
Tan guapa
como la anarquía libertaria.
Tan rubia,
como un obrero
armado con llamas ardiendo
de gasolina
en paz.
Linda, libre y loca.
Tan extremadamente cariñosa
de tus ojos
como la misma dulzura
propia que eres.
Siempre te amé.
No tuve necesidad
de conocerte a fondo
porque te callabas.
Cuando muera debería
morir abrazado.
Dame tu abrazo
de mujer libre.
Dime adiós con tu mano en el aire
pues te miro los pechos desde arriba
y desde atrás
el vaivén de las caderas
que dirige
la destreza del culo tuyo.
Necesito que me quieras
aunque ya eres mía.
Te aprieto con mi puño hasta las uñas
y todo se muere.
Ten a nuestros hijos
antes de odiarme.
Conviértelos en
lo que pudimos ser
si nosotros fuésemos verdad.
Graciluso de la Viga.