miércoles, marzo 11, 2009

Las canas en las sienes son como las flores de los almendros.



A ti, Tha, lo tuyo.


Me recuerda otras luces
su luz plateada.

Anduve feliz.
Ahora, en cambio,
me siento hermosa.

Salí varias noches a las tantas de la madrugada,
la sangre de mis venas
corría por las alcobas de las estrellas.

Ahora, en cambio,
de las cosas que puedo mencionar:
las clases de piano van lentas
y los niños muy deprisa crecen.
Mi vida,
y la música.

Soy hermosa porque anduve feliz
y fui querida.
O eran los besos míos los que querían
a tus ojos ajenos.
Es decir,
todos mis sueños los soñé
hasta que fueron tú mismo
y yo me sentaba a su lado
como un sueño más
con falda por las rodillas.
Ahora, en cambio,
soy hermosa porque todos los sueños que imaginé
estuvieron a mi lado antes de irse.
Fueron unos ojos ajenos
que me miraron
como a la flor del almendro
entre los dedos.

3 comentarios:

Mar dijo...

A ti que me haces llorar en la oficina... gracias por este regalo y un abrazo en la distancia

Mamiloca dijo...

Jopé, Asir, has bordao este poema para la amiga Tha!!

Mamiloca dijo...

Y que te empeñes en esconderte...