lunes, julio 17, 2006

EL CASO DE DOS


Él era un signo de tierra
que se había quedado a pastar
junto a un pequeño pozo en la sombra.

Ella tenía las manos calientes,
pues, de pequeña, se quedó atrapada
mirando la llama que asciende a partir de cera líquida.


Él no se movía de los alrededores,
ya que estuvo perdido algún tiempo
en unas lejanas colinas violáceas.

Ella llevaba una cantimplora metálica
cuando se iba por el mundo de viaje.

El le preguntó su nombre
y ella le dijo donde creía haber nacido.

Si hubieran sabido geografía,
ni ella se hubiera quedado,
ni tampoco él la hubiese seguido.

3 comentarios:

ferfo dijo...

Dice un dicho: puede una mariposa enmaorarse de un pez?. Claro!, el problema es dónde van a vivir.
Por cierto, si supieran geografía, tampoco se hubieran conocido.
Precioso.

Asir dijo...

La línea que separa el agua del aire es muy delgada. Los peces pueden saltar y las mariposas beben agua. Además, el amor es de color blanco como la espuma. Incluso a un reputado geógrafo le pareció no ser tan diferente.
Salud, Ferfo.

Anónimo dijo...

Adoro pesadilla antes de navidad!!!!!
tengo todo de jack!!
:D
Los amores imposibles existen...creedme!!
Que parece que tengo una afición mortal por ellos!
Dbe ser la edad.