lunes, septiembre 25, 2006

HAY, HAY UNA FUENTE


Debajo de la roca,
poblada de juncos
está
la voz de una fuente.

Oscura en la tarde,
la fuente se alegra
con el destello
de los primeros gorjeos.

El agua, que es lisa,
se riza y ondula
llegando a la orilla.

Los sapos se asustan
de sus propios saltos
sabiéndose feos.

Pensar en bañarse,
tirarse a la fuente,
como si no fuese cueva,
como si pozo no fuera.

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