viernes, septiembre 01, 2006

MERIENDAS

Al principio se merendaba pan y chocolate. Después, para facilitar la mezcla, se sustituyó el chocolate por “nozilla”, que se unta fácilmente con la ayuda de un cuchillo.
En la actualidad, las meriendas son variadas y cada cual, según el día, merienda una cosa diferente, lo que más o menos le parece bien, dentro de lo posible.
Pues bien, ayer, mientras merendaba chorizo de Pamplona, vi un árbol un tanto particular. No nacía directamente de la tierra, sino desde el interior de un pozo. El pozo debería tener alguna grieta que, en contacto con la tierra y con la humedad inherente, se había convertido en un terreno muy fértil.
Quién sabe, quizás alguien, cualquier tarde, haya merendado un melocotón, por ejemplo, y, sin darse cuenta, el hueso del melocotón haya acabado justamente en el nido que un vencejo había construido sobre la grieta antes de la emigración. De ser esto cierto, nos encontraríamos ante un ejemplar de melocotonero, cosa que todavía está por confirmar.
El árbol es fuerte, pero solo se le ve un poquito desde fuera, aunque ya el resto de los pozos se han dado cuenta del hecho. En la zona de las meriendas siempre ha habido multitud de pozos, donde poder arrojar piedras y gritar para escuchar el eco.
Al principio , cada uno íbamos al pozo que nos parecía bien, pero, para facilitar la mezcla, después nos fuimos juntamos por grupos alrededor de aquellos que tenían ya cierta clientela. A partir de ahora, mucho me temo, que todos querremos merendar junto al pozo del árbol y, cuanto más crezca, más piedras, más gritos, más meriendas diferentes bajo su protectora y distinguida sombra.

2 comentarios:

Mar dijo...

sí doy fe que nacen melocotoneros, almendros, olivos... donde menos te lo esperas, los he visto, los he sembrado, los he disfrutado...

Patricia dijo...

ui y si en una tarde de estas el árbol se merienda un bocata de nocilla? saldra un nocillero? mmmmM ;P