sábado, agosto 09, 2008

CONFESIÓN


Alguien sentado frente a una cuartilla en blanco durante una mañana soleada me lo había dicho.
"Sé que molesto, ¿y qué?".

¿Quién puede preferir sólo el aroma de la fritura a la propia tortilla de calamares caliente, la propia nata espesa a un maravilloso helado de fresas con nata?

En efecto, después de múltiples ensayos, se ha conseguido acertar con una fórmula estupenda que reconforta, revigoriza y conmueve. Naturalmente, es una fórmula completamente falsa, aunque los resultados la avalan por encima incluso de la propia verdad, muy estimulante en otros casos.

Alguien tumbado en una cama de 1.10 lo ha pensado sin estremecerse.
"Es cierto que estoy abocado a la nada, ¿y qué?".

Acaso por ese pequeño inconveniente sin importancia voy a dejar de lado la brillante carrera de una vida única, dirigida y protagonizada por mí.
Sin mi propio guión estaría perdido en un mundo donde lo espontáneo es inconsciente y únicamente aporta frescura, aún así bastante discutible.
Si he de llegar a ningún sitio, lo tengo que conseguir siguiendo la dirección que les marco a mis escurridizos pasos.

¿Qué es más emocionante lo que hago, lo que creo que voy a hacer o lo que nunca he hecho?
Lo que nunca he hecho, sin duda. Por eso mismo no voy a empezar ahora a rebatirme.
Adelante, siempre adelante, sin pestañear.
Arre, que mañana es tarde.

No hay comentarios: