domingo, enero 08, 2012

No hay luna

No hay luna
ni estruendo de cohetes subiendo
desde mi ventana.

Vuelvo a escuchar la lentitud del día,
la lejanía del aire,
el equilibrio de los cacharros junto al fregadero.

Dejo notas escritas sobre la pared,
miro los relojes incansables,
enciendo velas que se consumen despacio
bajo su chispa luminosa.

No hay calefacción tampoco.

Riego mi colección de postales
con algunos recuerdos
puros que vienen.

Me recuesto entre algodones.
Voy ocupando toda la habitación,
y después toda la casa,
hasta que salgo
buscando la noche ensimismada
que me falta.