miércoles, mayo 17, 2006

CAYENDO



Los rayos de luna sobre la ventana,
la débil claridad rozando las paredes,
los visillos hasta que llegan la mesa,
las sombras que se esparcen por el suelo
como si fueran una lengua,
como agua anegando,
filtrándose por debajo de la puerta
hacia otras habitaciones,
descendiendo a saltos por las escaleras,
llegando a la cuesta abajo de la calle,
por la pendiente donde brillan las farolas,
junto a las aceras,
inundando las alcantarillas subterráneas,
extendiéndose como si fuera un pozo hambriento,
ocupando los huecos,
avanzando,
avanzando sin obstáculos,
hasta un lago azul intenso,
mineral,
tranquilo, solitario,
oscuro y fresco
donde la luna entera vuelve a brillar
como sobre un espejo.
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Se me iba cayendo el alma a los pies
desde el ombligo,
pero ha rebotado.

1 comentario:

maria josé dijo...

Ha rebotado y ha vuelto?
Espero que haya vuelto.
Un beso.