jueves, noviembre 16, 2006

COMENTARIO DE TEXTO

El siguente texto, publicado en De cobre y otros metales, me ha parecido muy interesante e instructivo, por lo que más abajo expreso mis impresiones sobre él.


"El papel del alma caritativa corresponde a los que tienen miedo de tomar decisiones en la vida. Siempre es mucho más fácil creer en la propia bondad que enfrentarse a los demás y luchar por tus derechos. Siempre es más fácil escuchar una ofensa y no reaccionar que tener el coraje de enzarzarte en un combate con alguien más fuerte; siempre podemos decir que no nos ha alcanzado la piedra que nos han lanzado, y de noche –cuando estemos solos y nuestra mujer o nuestro marido, o el compañero, duerman-, sólo de noche, podremos llorar en silencio por nuestra cobardía".
"El demonio y la señorita Prym". Paulo Coelho


Según esto, las almas caritativas no toman decisiones por temor. Ser cobarde y bondadoso va unido mediante una especie de autoengaño.
Pero... ¿por qué se puede sentir temor a decidir?. Si la decisión afecta únicamente a quien la toma ¿de quién se ha de temer?; cuando las decisiones afectan a otras personas o se decide por ellas y, además, se hace sin caridad, es decir persiguiendo el interés
propio , es bastante lógico sentir temor debido a los naturales enfrentamientos que se deben producir donde los perjudicados luchen por sus derechos.
Pero... ¿por qué no se producen?, ¿por qué el número de enfrentamientos es inferior al de decisiones injustas?. Esto es debido a que "es más fácil no reaccionar que combatir con alguien más fuerte". Es decir, quienes deciden lo hacen en base a su fuerza y al temor que infunden en el resto, que no reaccionan por estrategia, debido a que piensan que los efectos de su hipotética resistencia serían todavía más dañinos que la sumisión.
Pero..., por último, ¿por qué hay individuos más fuertes, o qué cualidad los hace más fuertes?. La fortaleza estriba en la capacidad de infundir dolor y daño al adversario, incrementándose ésta debido a la crueldad o a la ausencia de caridad. Siempre en una confrontación saldrá victorioso quien es más cruel y puede llegar más lejos en sus ofensas.

Por tanto, los valientes deben decidir,
beneficiarse de ello y estar dispuestos, en caso de resistencia ajena, a utilizar toda la crueldad que poseen hasta llegar al apresamiento, el asesinato o la masacre, salvo que quieran poner en peligro su prestigio.
En efecto, si algún hipotético valiente decidiera seguir los principios de la justicia, sus rivales, conscientes de la caridad que lo ha debilitado, serían capaces, para reemplazarlo en sus funciones sociales, de utilizar la crueldad hasta aterrorizarlo, hasta hacerle llorar su cobardía oculto en la soledad de su lecho.

Creo que cualquier enfrentamiento del mundo real puede utilizarse como ejemplo ilustrativo.

4 comentarios:

Cobre dijo...

Cuando elegí ese párrafo, una persona me preguntó si lo había elegido por algo en concreto, si se lo decicaba a alguien o quiería decir algo de modo, digamos.. soslayado.
Podría haber sido así, pero no.
Lo escribí para mí. ¡Qué egocéntica soy eh! ;))!. De él saco muchas cosas, cosas q me debo aplicar. Desde q lo leí hace ya tiempo, nunca lo he olvidado, y siempre me hace pensar que...
Desde la primera vez q lo leí hasta hoy ha pasado mucho tiempo y muchas cosas. Muchas cosas q han cambiado en mí y en mi mida; pero en él hay un fondo q para mí sigue siendo una contante.
Quizá un día me olvide de él. Quizá. y ese día..

Un besazo Asir; muchas gracias por este post ;))

Anónimo dijo...

Llego a tu blog a través de un comentario en el de Cobre. El problema de luchar, de la fuerza, de la victoria o de la derrota, también depende de que, en el fondo, siempre estamos luchando contra nosotros mismos. Y esa suele ser, muchas veces, la batalla más importante. Porque si vencemos a un adversario derrotándonos a nosotros mismos, ¿Hemos vencido? Un saludo, y felicidades por tu blog. Espero tu visita en el nuestro.

Vitore dijo...

Sólo los vencedores, los tiranos, los reyes traidores y viles escriben la Historia y además la visten con galas de valentía, de coraje, de orgullo, de patria o de sangre inmaculada para engañar con sus vilezas convertidas en heroicidades a generaciones futuras. Saludos amigo.

Ana María dijo...

No se lo digas a nadie pero no es de mi santa devoción Coelho, por decirlo finamente.

No sé qué tiene que ver un alma caritativa con el miedo a tomar decisiones. ¿El que toma decisiones es una mala persona? ¿El que se sea bondadoso significa que se es débil?
¿Enfrentarse a uno que es más fuerte es de cobardes? Vamos, vamos.....
que no, que sigue sin gustarme Coelho.