miércoles, octubre 18, 2006

BICICLETA ESTÁTICA



Mi mujer ha adquirido en unos grandes almacenes una bicicleta estática. Es fantástica, se puede pedalear constantemente sin ir a ningún sitio.
He estado analizando la cuestión desde diferentes puntos de vista y he obtenido unas conclusiones dignas de compartir. En efecto, la bicicleta en cuestión tiene todos los inconvenientes que puede tener una bicicleta normal y ninguna de las ventajas que te pudiera proporcionar. Puedes sudar hasta la extenuación, pedalear sin sentido, pero no te puedes pasear, ni siquiera hasta el parque próximo. Es de una inutilidad extrema.

Siguiendo el ejemplo de la bicicleta y su filosofía inherente he descubierto la escoba estática, que consiste en una escoba anclada a la pared mediante una cadena. La peculiaridad del invento consiste en que, aunque tires, solamente puedes barrer unas cuántas baldosas próximas.
Mi mujer, con quién he compartido mi hallazgo, opina que no es necesario ponerle cadena, ya que si te quedas barriendo en el mismo sitio pues ya tienes la escoba estática. Me temo que no comprende la filosofía última de estas innovaciones tecnológicas.

Una vez patentado el invento, me encuentro con el problema de su comercialización. He decidido realizar una explotación piloto en el vecindario. Para ello, he ido pegando por la calle unos anuncios que informan de la existencia de la escoba estática y se acompañan de ciertos detalles de la fabricación. Con la ayuda de unos prismáticos, desde la azotea, vigilo la actividad de mis vecinas hasta que consigo localizar a alguna de ellas utilizando de manera fraudulenta la escoba estática. Si se acompaña de alguna prueba gráfica, como por ejemplo una fotografía, suelen pagar, sin necesidad de amenazas, el canon que permite la utilización de la escoba estática durante cierto tiempo.
Si usted dispone de acceso a la terraza de su bloque y si éste se encuentra favorablemente orientado, puedo cederle, por un tiempo limitado, los derecho de explotación de la patente en su barrio, a cambio de una pequeña comisión. Por favor, póngase en contacto conmigo cuanto antes y llegaremos a un provechoso acuerdo para ambos.

En la actualidad estoy pensando en lanzar una segunda versión del invento más evolucionada. Incluye un recogedor, sobre el cual se han practicado un conjunto de agujeros convenientemente distribuidos, de manera que el polvo, una vez recogido, vuelve a caer al suelo y siempre se puede barrer algo.
Mi mujer, principal detractora de la escoba estática, opina que los agujeros inutilizan el recogedor y que, además, es más sencillo volcar el recogedor cuando se quiera, por lo que se ha negado a agujerearlo. Sigue sin comprender lo fundamental.
Para poder utilizar el recogedor para el barrido normal, estoy pensando incluir, en la oferta de lanzamiento, la idea de unos tapones de corcho que no encarecerán demasiado la inversión.

Espero conseguir resultados acordes con la audacia de estas aportaciones personales al desarrollo social de mi comunidad. Ya os contaré.
De momento, como le estoy cogiendo cierto gustillo al asunto, me voy al metro a subir durante una media hora, más o menos, cualquier escalera mecánica de bajada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la única bici en la que me subido y me he mantenido sin caerme....pero una bicicleta que no lleva a ninguna parte...no es como tener alas y no poder volaR?

Mar dijo...

esas bicis queman ausencias, excesos y vacíos llenos de ansiedades, el paisaje y los lugares de llegada a veces son impredecibles.