domingo, abril 15, 2007

EL BUEN PASTOR


El Buen Pastor cuida de su rebaño y lo conduce al verde prado y al agua cristalina para que pazca en la tranquilidad de la mañana. Cada día, siempre.
Además, el buen pastor conoce a sus ovejas, a cada una según su nombre y sus debilidades y cuando alguna se hiere, la cura, si no puede caminar, la transporta sobre sus propios hombros, e incluso si se pierde, abandona al resto del rebaño y recorre las majadas y los pastizales hasta dar con ella y salvarla.
Porque el buen Pastor ama a sus ovejas, esa es la diferencia.
Cuando el peligro acecha, toma a sus perros y lucha. Antes de perder a una sola de ellas, sería capaz de arriesgar su propia vida y por eso sus ovejas lo siguen alegres y sin temores.

Pero, llegada la hora, el Buen Pastor, con dolor, tiene que sacrificar sus propias ovejas, no hay remedio. Porque el Buen Pastor vive de los productos que obtiene de sus ovejas. Sí, el Buen Pastor vive de matar a sus ovejas, especialmente a sus amados corderos lechales, cuya carne tierna es sabrosa al paladar y muy jugosa.


A todos los pastores de cualquier credo,
en agradecimiento por su amor
y perdonándoles, siguiendo sus enseñanzas,
sus irremediables excesos.

1 comentario:

Mar dijo...

jeejejejeje ¡perdónales, señor!! (cántese la exclamación)