miércoles, julio 25, 2007

DERECHOS DIVINOS

Las democracias laicas se han preocupado bastante por los derechos humanos, los cuales, aunque no se cumplan, por lo menos se encuentran declarados en sus normas constituyentes.
Sin embargo, olvidando la dimensión espiritual, nunca se han preocupado de santos, profetas y divinidades. Entiendo que se debe corregir este histórico error y redactar urgentemente una declaración universal de derechos divinos:

1. Todos los dioses son únicos, excepto los enmarcados en doctrinas politeístas.
2. Todos los dioses tendrán el derecho de culto, disponiendo de los mejores edificios para ello y de personal a su servicio. Los gastos que se ocasionen serán sufragados, lo quieran o no, por todos los contribuyentes a través de los presupuestos generales del estado.
3. Los dioses tienen derecho a que sus doctrinas sean divulgadas a través de la educación pública obligatoria, especialmente durante la más tierna infancia del niño, es decir, cuando éste carece de capacidad crítica, ya que, de hacerlo en otros momentos, es muy posible que no se las creyera.
4. Los dioses podrán imponer criterios de conducta tanto a sus fieles como a los que no lo son. Especialmente será socialmente mal visto y se castigará la utilización de anticonceptivos, el sexo por amor, el aborto, la eutanasia, la blasfemia y, sobre todo, la falta de respeto y la burla acerca de las doctrinas divinas, por muy absurdas e incoherentes que resulten.
5. Los dioses y sus representantes podrán divulgar como hazañas propias todo tipo de disparate, cuanto más grande mejor. Apariciones, resurrecciones, endemoniamientos, castigos divinos ejemplares, pecados originales, salvaciones milagrosas, eternidades, infinitudes y demás creaciones divinas serán tenidas por ciertas mediante la aplicación sistemática de la fe.
6. Además de arder eternamente en los infiernos y, como complemento o aperitivo, las ofensas a los dioses serán castigadas con penas de reclusión mayor a través de las instituciones del estado, que también tienen un carácter semisagrado.
7. Los dioses, sus doctrinas y sus representantes tienen derecho a la impunidad. Cualquier delito (pederastia, abuso de autoridad, guerras, masacres, asesinatos, epidemias, lapidaciones, ablaciones, quema de herejes, etc...) que se cometa, o haya cometido por motivos religiosos, aunque así sea reconocido por sus autores, será imputable simplemente a una lectura equivocada de las sagradas escrituras, preservando de este modo la absoluta inocencia de la fe.

Amén.

viernes, julio 20, 2007

EL JUEVES Y LOS PRíNCIPES

El jueves, la revista que sale los miércoles, ha sido censurada y retirada de la venta por el juez del Olmo, debido a contener en su portada injurias contra la corona.
Como todo el mundo sabe, las revistas de humor se caracterizan por un tratamiento de la realidad con un escrupuloso respeto a la verdad y a la justica que, en este caso, "el jueves" ha vulnerado.


Las injurias, obras o dichos contrarios a la verdad y a la justicia, vertidas contra los príncipes, a mi juicio, son las siguientes:

  • La subvención de 2500 € está dirigida a los españoles normales. Las subvenciones que a los príncipes de Asturias, en justicia, les corresponden deben tener una cuantía del orden de millones de euros, es decir, miles de veces superior.
  • Los trabajos que realizan Sus Majestades no son de carácter físico como el de los trabajadores menos remunerados, ni de carácter intelectual como el de los especialistas, ni siquiera de carácter ejecutivo como el de directivos y otras autoridades, sino meramente de carácter representativo. Su sola presencia en un lugar debe ser considerado como un trabajo efectivo, por lo que es evidente su enorme productividad ya que se encuentran trabajando siempre y en todo momento.
  • Aunque es un deber para los príncipes asegurar la sucesión al trono mediante su descendencia, en el caso de que supusiera un esfuerzo que Don Felipe no quisiera realizar, bien podría contratar los servicios de cualquier trabajador para que lo reemplazase en esta tarea.
  • Debido a la locuacidad e inteligencia de Doña Leticia Ortiz, durante los coitos, quien lleva la voz cantante es ella, permaneciendo Su Majestad Don Felipe normalmente callado.
  • En todo momento los príncipes disponen de una cohorte de sirvientes atentos a cumplir sus ordenes. No tiene por qué existir una excepción durante sus relaciones íntimas. Así mismo el mobiliario y el ambiente que rodea a la pareja debe ser de un lujo y distinción que nada tiene que ver con lo representado en la viñeta. Así mismo, deben ir ataviados de sendas coronas que les confieran la dignidad y distinción que merecen.
Por todo ello, considero muy acertada la decisión del juez y propongo una serie de medidas para corregir el despretigio que ha supuesto para la Monarquía la publicación de esta revista, felizmente secuestrada. Estas medidas son:
  • Modificar la ley para promover la natalidad, indicando como excepción que la cuantía de la ayuda será de 2.500.000 €, si se trata de un descendiente directo del monarca.
  • En lugar de "su majestad", el tratamiento dado al principe Felipe debe ser: "El trabajador Felipe de Borbón", para que nadie pueda pensar que se trata de un holgazán o un parásito social.
  • Para las infantas Leonor y Sofía, debe siempre indicarse que son "supuestas hijas" del "trabajador Felipe de Borbón", por si éste hubiera delegado en otra persona su concepción, ya que el bajo instinto de la fornicación no creo que se halle presente entre los altos valores que posee el envidiable espíritu de su supuesto padre.
  • Obligar a la revista "El Jueves" a una retractación pública, reproduciendo en su portada una escena de relaciones sexuales principescas que se ajuste más a la realidad.

jueves, julio 19, 2007

APARICIONES

Con la llegada de la primavera, los pajarillos y el deshielo, la villa de Fuencisla aparecía durante breves momentos de su largo encierro invernal.
Estas apariciones, que en un principio se producían circunstancialmente, han llegado a ser muy controladas por la población que en todos los aspectos que conciernen a la improvisación y a las puestas en escena, suele salir muy ventajosamente airosa.
Al ser el pueblo de Fuencisla blanco como la cal y frío como el brillante hielo, sus momentáneas apariciones provocaban grandes destellos luminosos, visibles a considerable distancia y con innumerables reflexiones distribuidas uniformemente en toda la zona visible del espectro.
Los privilegiados observadores de estos espectáculos, gentes humildes y sin conocimientos avanzados de óptica, en un principio asociaron estos espejismos a naves ultraterrestres y al fenómeno OVNI, ya que al ocurrir instantáneamente en un punto determinado daban la impresión de estar producidos por movimientos extraordinariamente rápidos, a semejanza de los veloces vuelos intergalácticos que todos conocemos, aunque sólo unos pocos han disfrutado.
Además, puesto que un porcentaje muy alto de la población activa de Fuencisla en sus ratos de ocio se dedica casi por completo a la música callejera, especialmente a la interpretación de su famoso y magnífico himno, a las apariciones luminosas se han ido uniendo musicales sonidos de acompañamiento que difícilmente pueden explicarse en los desiertos páramos donde se vienen a producir.
Con todo esto, los fuencislenses se han aficionado mucho a aparecerse de manera que se ha convertido en su principal divertimento. Se preparaban ex profeso para ello cuidando en extremo todos los detalles y siendo capaces de variar la intensidades, tanto lumínicas como sonoras, para lograr apariciones sumamente conseguidas e impactantes.
Era muy reconfortante observar los rostros de los espectadores rebosantes de asombro ante las magníficas apariciones. Muy atractivo resultaba aparecerse ante niños de corta edad pues se entregan completamente crédulos a la aparición, muy especialmente los pastorcillos, con sus pequeñas zamarras de lana y sus zurrones de cuero. La expresividad de estos laboriosos zagales y los gestos de admiración que espontánea y piadosamente nos regalan compensan en mucho los trabajos de preparación necesarios.
Aunque la felicidad que se producía entre los asistentes era el principal pago que Fuencisla recibía, también, en ocasiones, se solicitaba, mediante celestiales mensajes, suministros, principalmente en el sector de la alimentación, para estimular el comportamiento de la debilitada economía fuencislense, los cuales eran atendidos muy gustosamente y con devoción por el público asistente.
Hubo ocasiones en que se realizaron varias funciones en el mismo punto y en unos pocos días. Durante la primera sesión se concretaba cuando se realizarían las siguientes y las cantidades de aceite, trigo y otros productos que se debían aportar en justa reciprocidad, los cuales eran administrados por la compañía Baltasar y Cía Agrupados, que ya posee una flota de camiones dedicados al transporte internacional.
Muchos pensadores de los que continúan buscándose así mismos por los rincones de Fuencisla, sin conseguirlo, sostienen que es mucho más rentable el transporte de mercancías mediante el sistema de la aparición y la desaparición controladas, pero Don Baltasar de la Barrachina, director gerente de la compañía transportista por partida doble, no se fía mucho de esto, ya que, gran conocedor del mundo empresarial, sabe que la desaparición de activos mercantiles es de muy difícil, sino imposible, recuperación.

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El mundo paranormal siempre ha estado presente en nuestra ciudad. Es raro encontrar a alguien que dude de la movilidad de objetos inanimados, los poltergeists o la actividad de los espíritus burlones. Para dejar constancia documental se presenta este inexplicable suceso acaecido en la antigua Biblioteca Municipal de Fuencisla.
POR FAVOR, SI CREES QUE EL TERROR INHERENTE A ESTOS FENÓMENOS PUEDE TRAUMATIZARTE, TE RECOMIENDO SERIAMENTE QUE PASES DEL VIDEO, TAMPOCO ES TAN IMPORTANTE.







lunes, julio 16, 2007

QUIEN BUSCA, HALLA.

Se dice, con gran rigor y mucho tino que “quien busca, halla”, pero lo que no se dice son cuántas cosas se pueden encontrar en cada búsqueda y para qué sirven.
En Fuencisla, una nueva pregunta ocupa el entendimiento de miles de escrutadores de la verdad: “¿quien busca, qué halla?”.
No es vano este acertado pensamiento. Si se hace una lista con las cosas más buscadas: felicidad, paz interior, libertad, sentido de la vida ... y se compara con nuestros hallazgos más comunes por los oscuros desvanes del olvido: palustres, posones, capachos, trévedes..., nos daremos cuenta de la verdadera dimensión de lo que nos preocupa.
¿Cómo es posible hallar la felicidad o, más modestamente, la completa paz interior o la libertad sin ira, cuando nos encontramos con una antigua horca, herramienta muy estimada por nuestros abuelos, pero que en la victoriosa y destruida Fuencisla moderna ha dejado de tener utilidad?
En la búsqueda constante de nosotros mismos, muchos fuencislenses han empezado a restaurar, lijar y lustrar estos recientes hallazgos que van acumulándose en improvisados talleres a la espera de poder sacarles todo el provecho y todo el misterio que encierran.

Lebrillos, tornajos, tinos...(aquí para una lista más detallada) procedentes del pasado, han venido a formar parte de nuestro vocabulario y sobre su utilidad se han iniciado polémicos debates y concurridas conferencias.


Los profesores han dejado paso en la tribuna de oradores a antiguos y experimentados jornaleros que, aunque con expresiones menos elegantes y movimientos más acompasados, enseñan a las mil maravillas, azadón en ristre, los secretos que esconden estos nuevos descubrimientos.
A veces, para una total comprensión del temario, ha sido necesario llegar a demostraciones teórico practicas en los alrededores del pueblo. Muy famosa ha sido la conferencia: “Cavar olivas en agosto después de almorzar”, a cargo del gañán Félix Leopoldo de Peláez, donde grandes y pequeños, sobre todo en las regiones del espinazo, hemos experimentado las técnicas a aplicar en este caso, máxime si se dirigen a la consecución de objetivos.

Con estas nuevas tendencias culturales, el labrador oculto que muchos fuencislenses llevamos adentro ha salido a la luz y, al amanecer, aunque sin borrico, suele verse caminando hacia las cercanas huertas mirando al cielo temeroso ya por la suerte de sus incipientes tomates y de sus proyectadas berenjenas. También el albañil interior o el carpintero íntimo han salido de su encierro, comenzando a practicar las técnicas más básicas del levantamiento de tabiques o el barnizado de tablones.

“Por sus obras los conoceréis” y el antagónico “No me guardes la simiente”, son dos sentencias que están cobrando en Fuencisla cierta actualidad.

La emprendedora empresa “Barrachina Hermanos, sociedad anónima”, animada por las tendencias y deseosa de lucro, ha abierto varias sucursales para prestar servicio a estos nuevos y laboriosos artesanos. En ellas, además de venderse los materiales necesarios, se orienta al trabajador con técnicas y consejos muy provechosos.

No obstante, el albañil interior, sobre cuya espaldas , probablemente, vaya a caer la monumental tarea de la reconstrucción de Fuencisla, fiel a la profundidad de su carácter, es remiso a adoptar procedimientos ajenos que no se hayan sometido a la perspicacia de su espíritu crítico experimental.
Así, es muy común escuchar discusiones entre el albañil interno y la personalidad física que le da sustento, el antiguo soldado fuencislense más propenso a seguir las directrices de Barrachina.

Discutir con uno mismo es, sin lugar a dudas, la mejor manera de conocerse.

De este modo, junto a la aplicación del yeso a rajatabla, la arquitectura tradicional está evolucionando por nuevos e inexplorados caminos donde es muy fácil ver sagaces innovaciones, en cuanto a decoración de fachadas se refiere, como la pared combada, el ladrillo en disposición vertical o el pórtico redondo, nuevas aportaciones fuencislenses al estancado mundo arquitectónico actual.

sábado, julio 07, 2007

EL SENTIDO DE LA VIDA

El encuentro fortuito que se produjo en la calle principal de Fuencisla de Don Baltasar de la Barrachina consigo mismo ha llenado de paz y armonía todos los rincones de nuestro pueblo.
Después de tantas y tan amargas vicisitudes nos merecíamos esta etapa de concordia que flota en el fresco y luminoso ambiente que respiramos. En el cielo azul intenso destacan nuestros blancos y nubosos colores y los pájaros saludan al sol desde la alegría de sus picos. Parece como si la cadencia de nuestro himno inundara, del derecho y del revés, todo el aire invisible aunque sonoro.



En estas condiciones, los fuencislenses estamos sorprendidos de lo fácil que resulta en este entorno entablar una conversación con cualquier hijo de vecino, otras veces tan esquivos y casi desconocidos. Nos interesan las opiniones de los demás, la visión general que poseen de nuestro pueblo y, sobre todo, las interpretaciones extraídas del análisis de los últimos acontecimientos.
La mayoría de la población, siguiendo el ejemplo de Don Baltasar, está deseosa de entrar en contacto con su íntimo ‘yo interior’ y para ello, como no podría ser de otra forma, se buscan en los sucesos cotidianos y en los lugares que comúnmente frecuentan, aunque, eso si, cada cual sigue su propio criterio o, mejor dicho, el criterio que su ‘propio yo oculto’ le ha indicado privadamente.

Se ha cincelado en la magnífica fachada de la iglesia de Santa Gadea la misma inscripción que hace siglos los sietes sabios de Grecia colocaron en el frontispicio del templo de Delfos: “gnosti te autvn” (conócete a ti mismo), pues el señor cura párroco es muy partidario de esta búsqueda espiritual y así lo demuestra en sus habituales predicaciones, ahora llenas de sutiles indagaciones sobre la naturaleza humana en lugar de versar sobre milagros y crucifixiones, temas extensamente tratados lo largo de la historia con resultados no tan milagrosos. Se ha llegado a invitar a polémicos profesores y otros académicos fuencislenses de palabra fácil a conferenciar desde la tribuna de oradores, en otro tiempo llamado púlpito de las broncas.

¿Quiénes somos?, ¿cuáles son las nuestras verdaderas motivaciones?, ¿nos gusta tanto la caldereta de cordero como creemos?.
Estas y otras cuestiones semejantes ocupan el tiempo y las mentes fuencislenses. Hasta ahora y posiblemente debido a la enormes transformaciones que hemos sufrido parece ser que no nos conocíamos objetivamente y esta nueva etapa de paz y espontánea introspección puede resolverse gran parte de las dudas que desde tiempo inmemorial llevamos arrastrando.

En Fuencisla y gracias al sistema de mirillas, ya superado y en la actualidad afortunadamente a la sombra, hemos vivido apasionadamente muchas vidas, aunque ninguna fuera la nuestra propiamente dicha.
Por eso podemos saciar la curiosidad de cualquier ‘amigo del conocimiento’ que esté indagando acerca de su propia existencia. Podemos dar detalles sobre los sucesos más importante de cada vida: su infancia quizás marcada por su falta de habilidad con el trompo o la pulcritud en el aliño de muñecas, las circunstancias que rodearon el nacimiento de su primer hijo y los sucesos, reales o ficticios, pero siempre escandalosos, que le fueron atribuidos durante su nocturna juventud en el entorno de las atestadas bodegas salvaterreñas... A cambio y en justa reciprocidad recibimos curiosas historias sobre nosotros mismos que se encontraban en el olvido y así, con las aportaciones de aquí y de allá, vamos tomando conciencia de lo que en verdad somos o hemos sido y de la evolución con que el tiempo, demoledor de toda apariencia, nos entretiene.
“Conocerse a uno mismo” es el lema que nos guía, el sentido de la vida y quien nos ha traído a través de innumerables avatares hasta este precioso momento de armonía y búsqueda.

En la plaza de la villa se pasean los pensadores, la mano en la barbilla y la mirada perdida.
Se buscan entre la multitud, en los apartados y solitarios rincones, se mira al suelo, cualquier pequeño detalle puede suponer una pista trascendental para conocer que es lo cada pensador hace, donde está y cuales son sus proyectos inmediatos para, así, poder llegar a encontrarse.
Las casas están medio derruidas por la guerra, escasea el suministro eléctrico pero el espíritu preside este nuevo renacimiento de búsqueda y reflexión. Los rostros son severos dada la importancia del momento pero por los vivaces ojos asoma la profunda y fructífera vida interior que florece ya sin obstáculos.
Don Baltasar se pasea junto a Don Baltasar en amena compañía. Las antiguas rivalidades han dado paso a un productivo intercambio en materias intelectual y económica. Son muy comunes las transacciones de quintales de centeno entre arduos debates acerca del orden natural. El fuencislense común, ante este maravilloso espectáculo, no tiene por menos que conmoverse y con envidia sana sumergirse en el pozo de la búsqueda de su propio ser, una veces por dentro y otras por las esquinas y tabernas.
- ¿Me habéis visto?, preguntan los más impacientes.
- Si, te hemos visto, se le responde, y aún, en este momento, creemos estarte viendo.


Cuánta verdad y cuánto terrible ocultamiento se esconde tras estas sencillas palabras. Miles de frases como ésta, queriendo ser descifradas, llegan cada día al humilde pozo del saber de Fuencisla.