jueves, septiembre 24, 2009

DOMINGO


Después de comer y pernoctar en Infantes, mi pueblo y el tuyo (gracias por todas tus atenciones), me dirijo al Parque Natural de la Sierra Cazorla.
Cambio de planes: Ruidera por Cazorla.
Se confirma que el camping Fuente de la Pascuala está abierto como medida de precaución.

Desde Infantes hasta el inicio del Parque, situado en el pantano del Tranco, hay unos 90 km. Hay que tomar la carretera de Montiel hasta Albaladejo, desde allí enlazar con la N-322 en Puente Génave y, por último, tras un rosario de pueblos jienenses se llega a Hornos y al pantano.
Pues bien, cuando llego a Albaladejo y llevo recorrido una tercera parte del camino me encuentro con el siguiente cartel: "CARRETERA CORTADA. PERDONEN LAS MOLESTIAS".

En efecto, la carretera está en obras. Me dicen que lleva algún tiempo así, pero que, por desgracia, todavía le queda mucho más.
Por lo visto tengo que desandar el camino y llegar a Vva. de la Fuente para enlazar desde allí con la N-322.
Nada, una pequeña molestia, el doble de camino por lo menos.

Me pregunto si el corte de carreteras es un novedoso sistema para su reparación.
En ese caso, únicamente he tenido la mala suerte de que empiecen a cortar las carreteras justamente por la que tengo que tomar.
Ya verás que bien lo vamos a pasar, por ejemplo, cuando le llegue el turno a la N-VI, a la altura de Benavente. Todos los gallegos, asturianos, leoneses... tendrán que volverse hacia su destino y tomar por Santander la N-I de Burgos, si quieren llegar a Madrid.
Deberían poner cámaras ocultas de TV para que los televidentes pudieran observar la cara que pone cada dannificado cuando se entere. La realidad, en cuestión de bromas de mal gusto, puede superar a la ficción.

Pues nada, despues de Villanueva, llego a la consabida N-322, pero un indicador me retiene. Alcaraz, el pueblo más bonito de estos contornos, se encuentra a tan solo 7 km.
Cambio apresurado de planes, el palomo en vez de al Norte fue al Sur.Me dirijo por la N-322 a Albacete, en lugar de a Andalucía.
Dentro de nada pasearé por Alcaraz. Allí comeré. ¡No hay mal que por bien no venga!.

(Al cabo de 7 km)

"Alcaraz: ¿Qué te han hecho?."

La villa medieval de Alcaraz es ahora una ciudad límpia, arreglada, donde nada está deteriorado y todo es aséptico para mayor comodidad del visitante.
El único inconveniente de todos estos cambios es que ahora es mucho mejor no ir, mejor dejar que perdure el recuerdo.

Tiene las mismas vistas impresionantes sobre el valle, pero todo el encanto de pueblo antiguo se ha perdido.
Si antes parecía que, a la vuelta de una esquina, podrías encontrar a un monje guerrero, ahora, es de esperar que aparezca un vigilante uniformado velando por nuestra seguridad.

Huyo aterrorizado del nuevo Alcaraz, no si antes pasarme por su inmaculada oficina de turismo donde se me indica un posible nuevo destino: Camping de Peñascosa.

En este Alcaraz, que coman quienes le han pegado el cambiazo.

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